
La formación docente viva. Una experiencia coleectiva en el Instituto Victoria Olga Cossettini es un libro en que la maestra Gabriela Saslavsky relata la experiencia vivida en un espacio de formación docente de Florencio Varela bajo su dirección. Aquí ofrecemos un adelanto.
Por Gabriela Saslavsky*
«El por qué de este relato
No hay nada quijotesco, ni romántico en querer cambiar el mundo.
Es posible. (…) Es el oficio al que la humanidad se ha dedicado desde siempre.
No concibo mejor vida que una dedicada a la efervescencia, a las ilusiones,
a la terquedad que niega la inevitabilidad del caos y la desesperanza. (…)
Las experiencias colectivas no han dejado de ser hoy como ayer fuente de fuerza y satisfacción…»
Gioconda Beli
Cuando uno trabaja en una institución educativa es posible que se encierre en ese micro mundo. Siente que lo que está haciendo es lo más importante del mundo. Las problemáticas y vivencias cotidianas se entremezclan con decisiones, acciones, experiencias, miradas, acercamientos, alejamientos, miedos, certezas, equivocaciones. Y todo eso va conformando un modo de ser de la institución.
En un Instituto de Formación Docente de la Provincia de Buenos Aires encontramos y desarrollamos una forma particular de ser.
Yo había accedido por concurso el cargo de directora y estaba convencida que estábamos construyendo una experiencia valiosa. Muchas veces me preguntaba si lo que se hacía en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 54 “Victoria Olga Cossettini” de Florencio Varela (ISFD 54) era vivido de la misma manera por todos los docentes.
Por eso, el día en que se organizó una reunión para despedirme, me sorprendió el pedido que hicieron los docentes a través de un “Juramento de Ingreso a la Jubilación”
Me comprometieron a escribir todo lo que habíamos hecho durante los 10 años en que estuve en el cargo de directora “para las nuevas generaciones de docentes que se inician”. De alguna manera este pedido cristalizó la importancia que le daban los profes a lo vivido en la institución y el valor que le otorgaban
Por lo tanto, en estas páginas van a encontrar el relato de una práctica institucional, desde la mirada de la dirección. Una práctica en una institución pública que buscó en todo momento construir sentidos compartidos acerca de la formación docente. En algunos párrafos notarán el uso de la primera persona del singular y en otros del plural. Hablar solo de nosotros sería negar que muchas decisiones fueron, en un principio, tomadas por mí; hablar solo en primera persona, implicaría no valorar el equipo que se fue conformando a lo largo de los años.
Desde el rol directivo, uno decide y actúa en un sentido intentando sumar a los otros. Si esa decisión es compartida por los otros, de a poco toma su propio vuelo, se despega de quien la presentó y crece haciendo que ese yo se transforme en nosotros.
La idea de titular este relato, “La formación docente viva”, tiene que ver con el nombre de un libro que escribió Victoria Olga Cossetttini denominado “La Escuela viva” en el que relata la experiencia educativa que llevó adelante en la Provincia de Santa Fé. De ninguna manera este ensayo intenta copiar o superar esta experiencia, aunque en varias partes encontrarán líneas de trabajo inspiradas en esta gran maestra. Nuestra institución estaba viva.
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Ojalá que la tentativa de difundir y transmitir esta experiencia colectiva resulte valiosa tanto para “las nuevas generaciones de docentes” como para aquellos que quieran conocerla y tomar de ella lo que les resulte importante, buscando caminos propios de acción.
No tiene pretensiones teóricas ni de ser generalizable a otras situaciones, no prescribe un método o estrategia. Es, simplemente, una propuesta para seguir pensando acerca de la dirección de las instituciones educativas y acerca de la formación docente. Y también es una invitación a otros directores para que se animen a contar sus vivencias con el fin de ir construyendo un verdadero conocimiento pedagógico que incluya la acción y la reflexión, no desde una tarima aislada sino desde la propia escuela.
Tarea que inició Victoria Olga Cossettini y que sería muy valioso que las nuevas generaciones de directores la continuemos.
*gabrielasas@gmail.com