El uso obsceno que hace el medio sobre los cuerpos de las mujeres es tema de debate universal. Las profesionales Mayra Zuk, Matilde Gatti y Valentina Gamba, comparten puntos de vista que dejan claro que el abuso no pasa desapercibido y debe desnudarse.
Por Nadia Bonora, desde Santa Fe*
El cuerpo femenino es un claro objeto de veneración, deseo y, en muchas situaciones, ensañamiento. Existe un “ideal de mujer” que todas deben cumplir porque si no, el dedo acusatorio mediático apuntará –sin piedad- a su víctima: esa figura que no encaja en los estándares de la “bailarina de Tinelli” o el de “la fiel ama de casa” será ridiculizado y expuesto en las redes misóginas hasta el hartazgo.
Mayra Zuk es Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Nacional de Rosario, y tiene una postura clara: “El impacto en el tratamiento es distinto para con las mujeres que con respecto a los hombres. Muchos programas las manipulan como si se trataran de mercancías”. Y prosiguió: “Son jóvenes, lindas, casi perfectas. En cierta manera, este modelo se naturaliza y lo que queda como constante es que aquellas que no encajan en ese molde no podrán hacer una carrera en los medios”.
La argentina Valentina Gamba reside en Londres, Inglaterra, desde hace 18 años. En la actualidad, esta Licenciada en Comunicación Social trabaja en la Universidad de Westminster. Al igual que las demás, tiene una visión crítica sobre el tema y entiende que ningún lugar del planeta permanece inmune a esta problemática: “La imagen que se presenta en la tele es de la mujer transformada en objeto sexual y no sólo en referencia al aspecto físico. Ese tratamiento la convierte en algo para mirar desde la perspectiva del deseo carnal”. Gamba considera que esto anula a la mujer como un ser intelectual, y es así que “se borra su capacidad como ser crítico y pensante”.
La abogada Matilde Gatti, oriunda de Reconquista provincia de Santa Fe, reside en Buenos Aires y trabaja en el Ministerio Público Fiscal: “Creo que las mujeres, por el hecho de serlo, sentimos que es que el cuerpo sea tratado como objeto, y no es que el varón no haya naturalizado también esa . Por el contrario, ambos géneros lo hemos hecho. Me parece que la diferencia en el impacto es nuestra propia de que nuestros cuerpos sean vistos como objetos en el espacio público, en este caso, en la televisión. Cuando hablo de me refiero al no cuestionamiento de una gran mayoría de la población femenina a ese status dado”.
El género femenino es utilizado por los medios como potenciador del rating, generador de fantasías, pero también, como objeto para reforzar y perpetuar los estereotipos sobre las mujeres.
Derechos y oportunidades
-¿Creés que el tratamiento de la televisión afecta la igualdad de derechos y oportunidades?
-Matilde Gatti: Creo que sí. No somos iguales en cuanto a la posibilidad de “ejercer” esos derechos de los cuales las personas de ambos géneros somos titulares. La desigualdad se evidencia al momento de pensar un plus para poder gozar de ese derecho en cuestión, y digo plus en el sentido de que no alcanza con ser “sujetos de derechos”. En la mayoría de los casos se lo exige para poder posicionarnos en el mismo punto de partida que los varones.
Por su parte, la Licenciada Zuk dijo al respecto: “Vivimos en una sociedad machista y por eso nos vemos afectadas por la utilización que hace la televisión, que tiene la tendencia de acentuar roles masculinos dominantes, mientras nosotras somos relegadas a estereotipos inalcanzables de belleza. Si bien estamos atravesando un período de ruptura de los mitos impuestos por el machismo, queda mucho por hacer”.
“Claro que esto afecta la igualdad de derechos”, declaró la Licenciada Gamba. “Se trata, en última instancia, de eso, de reducir los derechos de la mujer para transformarla en un ser inferior. En Europa las mujeres ganan, en promedio, un 20% menos que los hombres, además de no ocupar puestos importantes tanto en el sector privado como público”, expresó.
La importancia de las relaciones de género
Sin lugar a dudas, todo lo negativo se refuerza desde ese poderoso transmisor de ideas que es la televisión. La pantalla es utilizada por sus dueños y dueñas para fortalecer la preponderancia de los beneficios y del liderazgo que ostenta el género masculino, que –en buena parte- quiere asegurarse el reinado.
-¿Cómo afecta el tratamiento televisivo a las relaciones de género?
-Valentina Gamba: Creo que genera más tensión. Hace un tiempo durante una sesión del Parlamento, Angela Eagle -una de sus miembros- increpó al ex-primer ministro británico, David Cameron. En respuesta a esto, él respondió «calm down, dear” (tranquilízate, querida). En Inglaterra se entiende como una respuesta condescendiente y de desvalorización. Que el primer ministro como cualquier otro hombre, sienta que tiene el derecho de responder a un desafío intelectual utilizando ese tipo de discurso, me parece que deja clara una relación de género basada en el dominio, la imposición y el poder.
Es este panorama el que demanda el accionar de organismos y publicaciones que combatan la cosificación de la mujer. “Conozco organizaciones que reivindican el feminismo como forma de vida o como postura ideológica-política. es una organización feminista que participa dentro del espacio político Patria Grande. Otra organización es la , que participa de la propuesta política del Partido de los Trabajadores por el Socialismo. Son conformadas básicamente por mujeres aunque conozco al . Son hombres que reivindican el feminismo y denuncian a la doctrina patriarcal como un sistema opresor”, contó la abogada Matilde Gatti.
Debate real
La televisión refleja los estragos que cientos de décadas han hecho sobre el imaginario colectivo, sobre lo que es y significa el cuerpo de las niñas, adolescentes y mujeres del planeta.
Mayra Zuk se refirió a la importancia del debate y abordaje de ésta problemática desde todos los frentes posibles para exponerla ante la sociedad ya que el uso del cuerpo de las mujeres “es algo naturalizado por todos y todas” y aún es difícil de detectar.
“En la década del 70 hubo una revista famosa llamada . Su nombre hacía referencia a la idea de que la mujer deriva de una costilla de Adán. Tenía una visión y un discurso feminista muy inteligente. Pero lo que veo hoy en las redes sociales son un montón de blogs donde escriben mujeres sobre cuestiones , así que no los leo porque no me parecen interesantes”, expresó Gamba. En sus palabras “hay un listado de que solo sirven para reforzar el establecimiento del lugar de la mujer dedicada a la casa, los hijos y la limpieza”.
“La información que suministran organismos y publicaciones que combaten las posturas patriarcales, contribuyen al debate y a visibilizar la problemática. Todo eso es inevitable para crear la conciencia necesaria que repercutirá en una sociedad más justa con mayores posibilidades de lograr la mentada ”, concluyó por su parte Gatti.
Estereotipación mortal
Otros terrenos donde se utiliza el cuerpo femenino de manera desleal y aberrante, son los noticieros. El caso de la adolescente Ángeles Rawson, asesinada el 10 de junio de 2013, es una muestra fehaciente de violación de derechos.
Sólo días después de su muerte, la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, redactó un informe dirigido a la Dirección de Protección de Derechos y Asuntos Jurídicos. El mismo se basa en denuncias que recibieron sobre el “tratamiento que los medios audiovisuales –en particular TN, América TV, C5N y Crónica TV- hicieron del homicidio de una joven, exhibiéndola reiteradamente, violentando derechos de las personas imputadas (…) la violación de las reglas de la institucionalidad democrática, la estereotipación y la afectación del honor…”.
Según lo expuesto en la actuación de la Defensoría, está a las claras que se trataron de graves faltas sobre la víctima, como así también sobre el resto de personas implicadas. En su tramo final, declaran que es evidente la “tendencia a espectacularizar el caso, en la que la narrativa ficcional es transpuesta a los noticieros y la función informativa relegada”.
El escrito de la Defensoría enfatiza cómo el espacio de la información es transformado en un espacio de la narración de lo extraordinario en pos de incrementar el rating: “La exhibición permanente de fotografías de la víctima como correlato de discursos que no tienen un vínculo directo con el caso (…); la transformación de Ángeles Rawson en un personaje de ficción que es protagonista de una multiplicidad de líneas argumentales que vulneran sus derechos como sujeto del mundo real”.
La televisión refleja con toda su miseria el enorme deterioro en cuanto a la calidad y profundidad del abordaje de temas sensibles para las comunidades, y eso se hace extensivo a la manipulación del cuerpo femenino.
*Este artículo fue producido en el marco del taller virtual de escritura periodística con perspectiva de género «Periodimo con G», que dicta Sonia Santoro.