LA PROSTITUCIÓN Y EL TRABAJO

No estuvo ausente en la jornada el debate acerca de si se puede considerar a la prostitución como un trabajo. La prostitución “es un acto de devaluación de las mujeres y todas las personas prostituidas”, definió Marta Fontenla.
Es “una institución patriarcal y problema social”. Para Zaida Gatti, es “mentira que la prostitución podría ser considerada un trabajo. Eso no podría jamás darles más derechos a las mujeres porque estaríamos legitimando el lugar del prostíbulo donde el hombre se siente macho porque la compró a otro hombre o a otra mujer proxeneta”.
 
El médico psiquiatra Enrique Stola dijo que “las estrategias de dominio de los proxenetas tienden a destruir la identidad de las mujeres y a que cumplan con el objetivo económico y de satisfacción de ellos”. “Se produce en ellas un trastorno cognitivo, no es posible plantearse alternativas. El dominador está incorporado, el miedo es permanente, entonces aunque estén solas en la calle no pueden escapar. Me pregunto cómo alguien puede hablar de libre elección.”
 
Penalizar al cliente
 
Fontenla, de la organización ATEM 25 de Noviembre, propuso incorporar la pena a quien paga por tener sexo: “La discusión es si se va a considerar la prostitución como un bien social y se la va a promover o si se va a considerar, como en Suecia, una forma de violencia”. En la misma línea, la psicóloga Zaida Gatti dijo que “hay que avanzar en la figura del usuario prostituyente”. Para ella, “el prostituyente es miembro de una organización criminal porque favorece que las víctimas sigan siendo explotadas”.