LA REAL ACADEMIA ELIMINA DEFINICIONES MACHISTAS

Si usted busca la definición de femenino en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la sexta acepción que encontrará será esta: «Débil, endeble». Los académicos de la lengua han luchado para evitar que uno de los libros más consultados en español, cuya primera edición se publicó en 1780, sea un baluarte del machismo moderno. Por esa razón, la Real Academia de la Lengua anunció esta semana que eliminará esta definición de femenino de la próxima edición del diccionario que se publicará en marzo de 2014. 
 
Por Alejandro Millán Valencia
Pero la campaña contra el sexismo está en marcha y no se detendrá allí: también se revisarán al menos diez palabras que podrían tener menciones consideradas machistas en algunas de sus acepciones. Por ejemplo, babosear ya no sería más «obsequiar a una mujer con exceso», o gozar dejaría de significar «conocer carnalmente a una mujer».
Y cambiaría también periquear, de la que en el diccionario se lee: «Dicho de una mujer: disfrutar de excesiva libertad».
 
El diccionario no ofende
 
A pesar del anuncio, el secretario de la Real Academia, Darío Villanueva, fue enfático al afirmar que no se trata de eliminar del diccionario todas las palabras que pueden resultar ofensivas.
«Lo que nunca hará el Diccionario de la Lengua Española es suprimir palabras que se usan porque sean ofensivas o desagradables. Eso no lo podemos hacer. Sería el fin del  diccionario y el comienzo de una secuencia que no tiene fin», anotó el académico, para  señalar la inviabilidad de quitar todos los términos que puedan ser considerados sexistas.
También anunció que se sacará la definición de masculino como «varonil y enérgico».  Pero se abstuvo de dar más información sobre las posibles correcciones a la nueva edición del diccionario.  «Podemos revisar definiciones, pero la Academia no inventa palabras ofensivas ni las promociona. Lo que sucede es que con el paso del tiempo la sociedad evoluciona y van
dejando de tener vigencia ciertos términos», dijo Villanueva en una rueda de prensa con varios medios. La nueva edición tendrá unas 93.000 voces, 5.000 más que la edición anterior, y está
«prácticamente lista» para ir a imprenta.
 
¿Por qué el machismo?
 
Pero, ¿cómo llegaron esas acepciones teñidas de machismo a uno de los libros más consultados del lenguaje y nadie se opuso a que fueran publicadas? «La mayoría de estas acepciones fueron hechas por personas muy cultas, pero que no tenían ninguna formación en lexicografía ni literatura y describían en las fichas de las palabras lo que se reflejaba en sociedad», le explicó a BBC Mundo María Auxiliadora Barros, profesora titular de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid.
Y añadió que «los tecnicismos del diccionario fueron escritos por personas expertas en el tema y quedaban bien hechos. Pero otras definiciones (de palabras de uso común) no tenían esa misma base científica, sino que se basaban en la observación cultural».
Por eso, afirma Barrios, al diccionario no se le puede acusar de ser machista, sino de ser el reflejo de una sociedad que lo ha sido durante mucho tiempo. «El diccionario no es sexista. Ni el español. Es la cultura. En las actas donde quedaban consignadas las reuniones se puede apreciar que la Academia se basaba más en el uso que le daban a las palabras que a lo que trataban de inventar algunos académicos», explicó Barrios, quien también es secretaria de la Fundación Doctor Paz Varela.
 
Ellas y ellos
 
Otra de las revisiones que se tendrán en cuenta para la nueva edición es la inclusión del género femenino o masculino de algunas profesiones, como alfarero-ra, enterrador-a, costalero-ra y herrero-a. Esta revisión revive la polémica de incluir en cada discurso o escrito ambos sexos a la hora de referirse a una persona, como lo han solicitado diversas organizaciones que abogan por la igualdad de género.
«Una cosa es el sexismo intencional, como cuando dices 'murieron dos  suecos y sus mujeres' y otra cosa es la corrección gramatical: los hermanos, los hijos, los colombianos. Eso se llama género no marcado y viene del latín», anotó la profesora Barros.
Y añadió: «Es agotador tratar de decir todo el tiempo: los hijos y las hijas, los hermanos y las hermanas, los colombianos y las colombianas».
Sin embargo, la RAE aclaró que palabras como guardabosque y submarinista permanecerán sin modificaciones.
(…)
 
Estas son algunas de las acepciones  que se revisarán para la próxima edición del diccionario de la RAE:
Edén. Paraíso terrenal, morada del primer hombre antes de su desobediencia.
Femenino. Débil, endeble.
Gozar. Conocer carnalmente a una mujer.
Hombre. Individuo que tiene las  cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza.
Huérfano. Dicho de una persona de menor edad: a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre.
Madre. Hembra que ha parido. / Madre de familia: mujer casada o viuda, cabeza de su casa.
Masculino. Varonil, enérgico.
Padre. Cabeza de una descendencia, familia o pueblo.
Periquear. Dicho de una mujer: disfrutar de excesiva libertad.