TRANCE EXTÁTICO

Extático significa “detenerse fuera de un estado ‘normal’”, explica Belinda Gore. Se define como un “entusiasmo gozoso”; una “emoción o exaltación” muy fuerte; “el frenesí de la inspiración poética; la felicidad mental o el gozo de la contemplación de las cosas divinas”.
 
Por Sonia Santoro
 
¿Quiénes practican el trance extático? Más mujeres que hombres porque, dice la experta,  las mujeres están en general más orientadas a las relaciones, a las actividades del hemisferio derecho. Pero cada vez hay más hombres, en distintas partes del mundo. En Alemania, suiza, Austria, Estados Unidos, Chile y en Argentina hay grupos. Su primer libro, Posturas corporales extáticasUn Manual para la Realidad Alternativa,  está traducido al italiano, al polaco y al checo.
 
Cambios fisiológicos en trance
 
Una investigación de Ingrid Muller, de la Universidad de Munich, sobre los cambios fisiológicos que ocurren durante el trance extático, encontró que los niveles de sangre de las hormonas relacionadas con el stress cortisol, adrenalina y noradrenalina inicialmente se elevan, luego caen dramáticamente; el cerebro sintetiza las beta-endorfinas, que son responsables de dar la señal de bienestar que hace del trance algo tan atractivo. La presión sanguínea baja pero a la vez el pulso aumenta, una combinación rara, que no ha sido encontrada en los estudios de otros estados alterados de conciencia.
Durante el trance, mientras el cuerpo está relajado, el sistema nervioso está muy activo. Las ondas cerebrales pulsan a un nivel theta, cerca de seis o siete ciclos por segundo, lo que usualmente se asocia con un sueño profundo o un estado de meditación alcanzado por practicantes Zen consumados.
 
Pie de foto: Después de un trance, los practicantes realizan máscaras.
 
Para contactarse con grupos en Buenos Aires, escribir a: posturasparaeltrancebsas@gmail.com