
“Hay personas que se quedan desoladas porque un día no ven a la persona amada. O porque no les han hecho todavía la última llamada del día que es la quinta. Cada quien según su apego, su carencia, su necesidad, se siente desolada ante la falta de la otra persona y ese es un asunto que sigue en la actualidad y que sigue a muchas mujeres superemancipadas, pero que no están empoderadas en la perspectiva del amor. En cambio qué decimos para la autonomía, para el empoderamiento de nosotras feministamente, que necesitamos soledad. Necesitamos soledad”, terminó, ovacionada por las mujeres allí presentes.