HACIENDO MEMORIAS, IMAGINANDO FUTUROS

“Las religiones con sus contenidos contaminan las mentes y crean dependencias. El cristianismo es un hecho cultural y político lo que hace necesario releer sus contenidos y abrirlos  a otras significaciones”. Esta fue una de las ideas que quedó flotando en el Seminario Internacional «Haciendo memorias, Imaginando futuros», realizado a mediados de octubre en Chile. Aquí, la feminista Coca Trillini, comparte sus vivencias.
 
Por Coca Trillini
 
Conspirando cumplió 20 años
Volver.[1].
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien…
Volver a Chile, a las empanadas más grandes que conozco, a las reuniones alrededor de un vaso de vino con charlas interminables, y a reconocernos 20 años después aunque varias nos seguimos tiñendo el pelo, fue una emoción profunda. Desde Uruguay, Argentina, Brasil, Panamá, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, España, Perú y Ecuador viajamos un grupo de mujeres que junto a las chilenas de diversas regiones nos  encontramos y reencontramos. “Con-spirando es un espacio de reflexión, pero también de afecto, y eso es lo realmente conspirativo de Con-spirando”, se escuchó en la mesa de apertura del Seminario Internacional.
 
Sentir…
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
 
Había llegado el momento  de nombrar en voz alta lo construido durante estos años convocando, repitiendo, profundizando, sintetizando, los temas-ejes que Conspirando fue cimentando y  que un grupo extendido de mujeres y organizaciones hemos tomado, reciclado, apropiado, reinventado en América Latina.
Judy Rees[2],  nos puso en tema, con su sonrisa cálida y entusiasmo militante  dijo: El eco feminismo no es el camino pero es un camino valido hoy. El feminismo sigue buscando hacer oír una voz en defensa de las mujeres todavía consideradas menos persona que lo varones, y esa defensa forma parte de nuestros sueños a alcanzar. Junto al desarrollo de la conciencia ecológica   nos desafía, a mayor diferenciación y complejidad, mayor comunión en todas nuestras relaciones.  
Alicia Puleo, Vicenta Mamani y Sara Larrain  nos mostraron las complejidades del tema donde desde el mismo camino se pueden defender posturas, incluso algunas casi opuestas entre sí.
Ute Seiber[3], con un tono respetuoso y penetrante, nos recordó y actualizó las búsquedas renovadas en esas imágenes de lo innombrable, de lo que a tientas se fue llamando teología eco feminista y que aún hoy no encuentra lugar ni reconocimiento en los espacios teológicos. Esta apuesta teológica quizás siga errante en las sombras, como dice el tango, pero allí salió a la luz. Ivone Gebara  y Juan Sepúlveda dieron sus miradas: Los prejuicios siguen operando entre varones y mujeres y los sectores populares siguen consumiendo tradiciones  religiosas que oprimen, son algunas de las afirmaciones que quedaron flotando para profundizar.
Josefina Hurtado[4], haciendo mover simbólicamente tres espirales autónomas y entrelazadas a la vez, nos habló del cuerpo, territorio de la memoria propia, ancestral y colectiva; del liderazgo y de otra manera de estudiar, aprehender, saber, intuir.
Pilar Errázuriz y Liliana Acero desde distintos puntos de partida hicieron hincapié en lo transformador del trabajo grupal, en el poder sanador del grupo. Entonces surgió la memoria hecha imágenes del largo recorrido que comenzó en los llamados Jardines Compartidos, las Escuelas de Ética y espiritualidad, los ritos de las estaciones, las tertulias, etc. Encuentros que están vibrando en las células y en la memoria de cada mujer participante.
 
Vivir…
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez…
 
De alguna manera, quise nombrar a todas las voces presentes, porque intuyo que a quienes les interese los temas y pueden entrar a la gran ventana que es Internet encontraran allí sus voces para profundizar, aclarar y seguir buscando.
Por mi parte les cuento algunos de  lo pensamientos que se lanzaron estos días y que aún sacados de contexto, siguen retándome a seguir reflexionando:
*Cuidar de un animal es para cualquier mujer desafiar al patriarcado, que nos ha formado a las mujeres para ser el espejo que amplía la autoestima de los varones.
*Los ecologistas profundos están en contra de los derechos sexuales y reproductivos que por generaciones las mujeres, y recientemente algunos varones, estamos defendiendo como un camino de derechos de las humanas.
*No es necesario vivir de forma más austera para ser ecologista, sino de forma suficiente.
 *El buen vivir implica simplemente reconocer que la tierra está viva y puedo relacionarme con una papa, como en la cultura andina. Entender la naturaleza como sujeto.
*Las religiones con sus contenidos contaminan las mentes y crean dependencias. El cristianismo es un hecho cultural y político lo que hace necesario releer sus contenidos y abrirlos  a otras significaciones.
 
 


[1]http://www.me.gov.ar/efeme/diatango/volver.html

[2]Intervenciones en:  http://conspirando.cl/
 

[3]Ídem 2

[4]Ídem 2