or todo esto, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión sacó un comunicado cuestionándola: “Intenta instalar que las mujeres no se visten o arreglan para otros (masculinos), como proponía la campaña EX de 2013, sino para ‘ellas mismas’ como concepto superador del anterior”. “Somos mujeriegas y nos gusta ponernos lindas para nosotras.” Sin embargo, este interés o motivación en el spot, lejos de ser solidario o sincero, denota sentimientos de envidia y competitividad entre las mujeres. “Esta idea se sostiene en la cultura patriarcal dominante que ha dispuesto a las mujeres como enemigas entre sí”, dice el documento y cita a la antropóloga mexicana Marcela Lagarde quien “propone eliminar la enemistad histórico-cultural entre mujeres a partir del concepto de ‘sororidad’ (fraternidad femenina) basado en la relación de amistad, aprendizaje y enseñanza entre mujeres que se acompañan y construyen de manera colectiva”. “La sororidad emerge como alternativa a la política que impide a las mujeres la identificación positiva de género, el reconocimiento, la agregación en sintonía y la alianza”, dice Lagarde.
Como otros años, el spot –de la agencia Young & Rubicam– fue realizado con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, lo cual hace más controvertido aún su contenido.
El observatorio señala también que la publicidad refuerza la imagen estereotipada de las mujeres como consumistas/derrochadoras de dinero y “un sólo patrón de belleza que reduce a la diversidad femenina a una mujer joven-de clase media alta-blanca-delgada y esbelta”.
El organismo llama a “reflexionar junto a publicistas y anunciantes sobre la responsabilidad que les compete en la construcción de patrones socioculturales de los mensajes que difunden”.