“Con el #NiUnaMenos como motor”

Referentes históricas del feminismo festejan pasarle la posta a las pibas. Emocionadas, las “históricas” celebran y admiran “a todas las militantes que estuvieron ahí y acompañaron todos estos meses”.
Por Sonia Santoro
Imagen: Joaquín Salguero


Jornada histórica. Sueño cumplido. Regalo para hijas y nietas. Logro colectivo. Gran paso adelante. Fiesta. Hay muchas formas de nombrar lo que se vivió ayer. Para las referentes feministas que vienen militando por los derechos de la agenda de las mujeres, éste será un día para enmarcar y colgar en el muro de los momentos memorables. Aquí algunas de ellas cuentan cómo lo viven y qué es lo que se viene.

Las referentes lo son porque tienen una historia. Ellas ya son madres, abuelas o ya tienen varios años en su recorrido. Todas vivieron con lágrimas, entre abrazos, lo que ven como un logro de las pibas que empolvaron el Congreso con sus brillantinas y lo sacudieron con sus bailes y sus cantos.
La gesta fue excepcional en nuestra historia destacó Dora Barrancos, historiadora feminista: “Esta es muy diferente de cualquier otra jornada histórica en la que hayamos avanzado en derechos para las mujeres, personalísimos, derechos para garantizar ciudadanía a todas las manifestaciones disidentes de la sexualidad. ¿Por qué digo que es diferente? Porque ha habido una masividad extraordinaria en el acompañamiento a esta ley. Podríamos decir que la masividad tal vez tenga algún parangón con la sanción del voto femenino en 1947”. Afirmó que no sólo es inédita la muchedumbre sino también el relevo de la juventud. “No encuentro parangón. Este relevo de adolescentes de 14, 15 y 16 años que, sin haber leído seguramente una nota de teoría feminista, son unas insumisas, no acatan más las subordinaciones y efectivamente dieron un vuelco histórico transversal, que alcanza a todas las jóvenes de todas las condiciones sociales”.

Para María Elena Naddeo, copresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos e integrante de la Defensoría del Pueblo porteña, es “un resultado maravilloso. Es mucho más que el aborto legal, es un paradigma de libertad, de igualdad de las mujeres y de los grupos oprimidos. Encierra mucho más”. También habló con admiración de las adolescentes y las jóvenes que “masivamente han abrazado los pañuelos verdes y expresan con alegría la lucha por la autonomía, por el derecho a decidir. Pero también representan el nuevo paradigma de los derechos humanos en perspectiva de género: deconstruir el patriarcado para la transformación profunda de la sociedad erradicando todas las formas de violencia y de desigualdad”.

Coca Trillini, socia honoraria de la Red Latinoamericana de Católicas Por el Derecho a Decidir, estuvo los dos días frente al Congreso, acompañada por mujeres que conoce desde hace más de 25 años y otras que palpitaban en la memoria de su corazón. Y por el menor de sus hijos y la marea verde que, cuando no se podía caminar, gritaba “¡Cuidado, la señora!” o le sacaba fotos admirada de verla a su edad ahí, llorando y abrazándose y cantando “¡¡¡Aborto legal, en el hospital!!!”.

Hace casi tres décadas, contó, “cuando acepté la invitación de otra mujer para transitar el camino de la defensa de los derechos humanos para nosotras, y particularmente para las más pobres, sabía que iba a pasar tiempo hasta que una ley se concretara. No imaginé que iba a poder ver, vibrar, como pude vivirlo desde que se abrió la posibilidad del tratamiento de la ley”. “Esta media sanción es un regalo que comencé a tejer para mi nieta hace mucho tiempo”, dijo. Tampoco imaginaba vivir para contarlo Virginia Franganillo, presidenta del Consejo Nacional de la Mujer en los noventa, que lloraba todavía. “Era un día soñado, militado, pero debo decir que creí que moriría con esa utopía. Creo que es una conquista arrancada, la más difícil seguramente, con el #Niunamenos como gran motor.”

A otras, como Monique Alstchul, de Mujeres en Igualdad, el cuerpo no le dio para la vigilia en vivo, pero sí desde su casa, prendida toda la noche al televisor. “Siento una gran emoción. Algo que hemos esperado tantos años ya es una realidad”, dijo y felicitó a “las diputadas y diputados que dieron discursos excelentes a favor y por supuesto a todas las militantes que estuvieron ahí y acompañaron todos estos meses”.

“Es un día donde la democracia está saldando una parte de la deuda con las mujeres. El debate tan largamente esperado, tantas veces postergado. Se logró la media sanción, con lo cual se ha dado un paso importantísimo e histórico”, apuntó Fabiana Tuñez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres.

Natalia Guerardi, presidenta del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, nombrada por Lospennato como una de las 27 a las que hay que agradecer, celebró: “Esto es el triunfo del feminismo y de las mujeres en la política, que mostraron lo que se puede lograr con lo mejor de la democracia, creyendo en la fuerza de los argumentos y el debate informado. El movimiento de mujeres que se transmite de generación en generación es una fuerza imparable que va consolidar el cambio transformador de nuestra sociedad”, señaló. Otra vez las abuelas, las madres, las nietas. También la transversalidad. Adriana Díaz, presidenta de la Mesa directiva Nacional del Partido Intransigente, referente de género en Catamarca, habló mientras el Senado provincial aprobaba la ley de paridad: “De una vez, había que dar una resolución a los abortos clandestinos. Es un debate histórico que cruza transversalmente a todxs. Y que las mujeres vienen militándolo desde el primer Encuentro Nacional de Mujeres, en 1986. Hoy, podemos decir que hablar y reconocer el aborto está legitimado mayoritariamente en la sociedad, producto de esa tarea, compromiso y conciencia de las mujeres. Hemos conquistado el derecho a decidir, hoy en una media sanción legislativa… No hay vuelta atrás”, dijo.

Desde Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, ex gobernadora, habló de la dificultad de procesar tanta emoción y poder reflexionar. “La media sanción expresa que no fue la decisión de los diputados sino del empuje de la calle, de la historia de la campaña, de treinta años de lucha feminista expresados en esas caritas tan jóvenes llenas de brillantina. Esa larga vigilia fue la que consiguió dar vuelta los votos y empuja también la decisión del Senado.” A ella le debemos esta síntesis final: “Los tiempos han cambiado, pero no por el paso del tiempo sino por la insistencia y la persistencia de muchas compañeras. Algunas de ellas ya no están. Pero sobre todo, además, porque una enorme parte de la juventud se ha apropiado de esto. Y es maravilloso”.

Pase lo que pase, no hay vuelta atrás, dicen, sienten. Pero no descansan. La agenda feminista va ahora por controlar la objeción de conciencia para evitar las trampas y por la equidad en materia laboral.

Fuente: Página/12