NO SE PUEDE DESCOLONIZAR SIN DESPATRIARCALIZAR

Siempre polémica, la activista feminista boliviana María Galindo vuelve a la carga con un nuevo libro: No se puede descolonizar sin  despatriarcalizar. Aquí ofrecemos fragmentos de su introducción.
 
Por María Galindo
“Advertencia:
La lectura de este libro puede resultar peligrosa para ministras de Estado, viceministras, asesoras del gobierno, diputadas senadoras, candidatas, oenegeras y otras.
Puede causarles  malestar estomacal, intensos dolores de cabeza, náuseas y  derivar en estados depresivos insuperables.
 
(…) Muchos y muchas, ingenuamente, consideran que el momento en el que un Estado, un gobierno, un organismo internacional o una institucionalidad empiezan a utilizar esas ideas y ese léxico, es cuando el proceso de florecimiento e influencia se ha activado. Yo considero que más bien se trata, y específicamente de cara a la propuesta de despatriarcalización, de un intento por neutralizar y secuestrar su fuerza subversiva. Somos protagonistas de una transformación social en la que no necesitamos del Estado, ni como legitimador, ni como intermediario de nuestras propuestas. Es eso lo que nos hace más peligrosas, más libres y menos controlables.
Pongo en este ensayo, a consideración de ustedes, la tesis de la despatriarcalización en el contexto de la descolonización, para ello la ubico en el contexto de los feminismos a nivel internacional y en el contexto de sus posibilidades y alcances transformadores. Advierto que el texto es contradictorio, he decidido dejarlo así porque es la contradicción lo que estamos habitando. Aunque es la despatriarcalización el objeto de este texto, el lugar que ocupamos hoy  es el de la contradicción entre la asimilación al patriarcado o la despatriarcalización.
Espero disfruten este ensayo, tanto como hemos disfrutado nosotras cuando hemos grafiteado las oficinas del Estado con nuestra inolvidable frase: “No se puede descolonizar sin despatriarcalizar”. Escribirla en las fachadas de los ministerios de salud, culturas, gobierno o cualquier otro es parte de nuestra dulce venganza de agitadoras callejeras que no necesitan ni tocar sus puertas, ni pedir un subsidio, ni pedir un cargo como consultoras.
Ellos y ellas tienen el gobierno, ellos y ellas tienen sus aparatos burocráticos y los contactos para lanzar campañas publicitarias; nosotras tenemos la calle, tenemos nuestro espacio en la sociedad y una fábrica de justicia que produce ilusiones cada día. Con esta vitalidad política la iniciativa florece en nuestro terreno y la creatividad política hierve en nuestras calderas.
Este es un libro anti-académico en el sentido de que no recojo la pesada y lenta discusión académica, porque poco o nada está ofreciendo esa discusión como respuesta a la realidad política que vive el continente y el país, menos aún en términos de propuestas. El sustento mayor de este libro es la lectura de procesos existenciales de cientos y cientos de mujeres que me los regalaron en interminables conversaciones cargadas de sal, de humedad y de saliva, a veces amarga, a veces dulce.
Intento dar una respuesta directa a las preguntas existenciales que hoy esas mujeres se plantean: ¿qué hacer con mi vida?, ¿cómo lograr mis sueños? Esas preguntas tienen un peso histórico que ellas mismas no sospechan. Hemos conquistado ya las mujeres del mundo entero la pregunta sobre nuestras vidas y eso es TODO LO QUE TENEMOS. Intento tejer esas preguntas con la gran pregunta colectiva sobre nuestra rebeldía, ¿para qué luchar y por qué hacerlo juntas?
El libro te ofrece un rico recorrido de imágenes que se acompañan con el texto, muchas producidas por el movimiento y muchas otras prestadas de momentos históricos ineludibles. Esto se debe al hecho de que, desde mi experiencia personal, la imagen logra una síntesis que muchas veces las palabras no consiguen, el lenguaje de las imágenes es en ese sentido mi preferido y no puedo concebir relato alguno sin ellas, todo lo que escribo se me presenta casi siempre en forma de imágenes, más que de palabras.
Se trata de una propuesta teórica nacida desde el sur del mundo, desde Bolivia, tiene una serie de alusiones imprescindibles sobre la realidad concreta en la que actuamos como movimiento. Desde mi punto de vista, se trata de una propuesta que tiene un valor universal que seguramente será escatimado por la recurrente lectura colonialista que identifica lo que sale desde la “periferie” mundial como particular, exótico o que no tiene, por sus particularismos, posibilidad de interpelar, hoy, a las teorías feministas dominantes en los círculos académicos. Si bien tengo muy presente esto, no es de todas maneras la discusión que más me preocupa porque considero que la “universidad” en todo el mundo está atravesando una profunda crisis de pensamiento y que si no vuelca su mirada respetuosa hacia lo que se produce por fuera de sus muros, corre el riesgo de convertirse en una entidad caduca y elitaria. Por ello repito que lanzo este texto con la vocación de acompañar la lucha feminista callejera directa, cuerpo a cuerpo y palabra a palabra que cientos de miles de mujeres estamos dando a escala mundial y que hemos ido creando nuestros propios circuitos de intercambio de ideas y de sabrosas discusiones.
(…)
P.D. si quieren hacernos llegar críticas o comentarios, pueden hacerlo al correo del movimiento: mujerescreando@entelnet.bo. Si quieren conocer más de nosotras pueden visitarnos en www.mujerescreando.org o en www.radiodeseo.com.”