LAS PREMIADAS EN EL LOLA MORA

El 16 de septiembre se entregaron los Premio Lola Mora, en la Legislatura porteña. Resultaron ganadores/as el blog “Según Roxi», las periodista Sibila Camps y Silvina Molina. Además, la ficción «La Viuda de Rafael», de la TV Pública, y Ana Cacopardo  «Historias Debidas», por su entrevista a Susana Trimarco (Canal Encuentro); así como el programa de radio «Mujeres al derecho y al revés». El premio a la trayectoria se lo llevó la periodista Liliana Daunes. Aquí reproducimos sus palabras de agradecimiento. 
 
Por Liliana Daunes
 
Aunque los «reconocimientos a la trayectoria invitan a eso», no van a lograr hacerme sentir vieja… Tal vez sí resistente en las pasiones. Y siempre caminante, con otras. De trayecto largo, si, y constante, quizá, aunque regadito de pausas.
 
Sexalescente como soy, curiosa, abierta a los abismos, con alas, artesana del aire, comunicadora, feminista, antipatriarcal, antirraciasta, anticapitalista (me gustan estas palabras porque provocan acciones, que nos embellecen en la lucha!!!).
 
Pertenecer al feminismo y al movimiento de mujeres me fue abrigando en la conciencia de intentar dar la batalla a todas las opresiones y por lo tanto, desde mi oficio, dar la palabra, escucharla con atención, multiplicarla, replicarla, ser amplificadora y parlante, además de opinadota, difusora, editora, productora… que por mi voz y junto a mi voz  muchas sean las voces, de la memoria, del señalamiento, de la denuncia, y también de la construcción, de la organización desde abajo, desde el goce y el deseo… Me gusta, como a mis ancestras, acercarme al fogón para circular la palabra.
 
Entusiasta de los amaneceres, creo en la poesía social y libertaria, la escrita con urgencia, y apelo a ella según la ocasión, y también creo y comparto la otra, la que hurga en las honduras del ser.
 
A la postre, y también en el primer plato, me siento una mujer comprometida y trato de actuar como tal, aunque no se me vea muy seguido en los banquetes sociales, porque prefiero un asadito entre amigas o el guiso de las ollas populares…
 
Siempre me alegraron los escenarios donde se comparte solidaridad, aunque acepto, de vez en vez, éstos, llenitos de vanidades…
 
Agradezco a las compañeras que al otorgarme este reconocimiento, me hacen un mimo, algo siempre necesario; y les pido que al tiempo del mimo, sigamos acariciando los sueños libertarios.
 
Podría parecer un gesto de melancolía recordar que entre algunas pérdidas personales que todavía siento, se encuentra ‘la rosa brindada’, que fue podada de Radio Ciudad hace un par de años. Y es sin embargo un gesto político decirlo, no sólo porque lo personal es político, sino por todas las palabras de mujeres podadas en los circuitos del poder.
 
Como también es un gesto político, ponerme el pañuelo verde de las que venimos sosteniendo, antes todavía del pañuelo, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra sexualidad y sobre nuestras vidas. Y la exigencia a legisladoras y legisladores, para que de una vez por todas tengamos la ley que garantice el derecho al aborto legal seguro y gratuito… y como decimos en la campaña, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir.
 
Es también decir, que defendemos nuestros cuerpos como territorios inexpugnables, y que también defendemos los territorios en los que en nuestro continente se cuida la vida, los ríos, las aguas, las tierras. Por eso nos hermanamos con el pueblo qom, cuando pide por su derecho a la existencia, con el pueblo mapuche cuando se enfrenta a las petroleras contaminantes, a los pueblos que dicen no a la minería, al fracking, a la destrucción de los bienes comunes, y aquí no más, a tanto negociado inmobiliario.
 
Somos cuerpos y territorios que si merecemos un reconocimiento, es al de nuestra integridad, al de nuestra coherencia, y por eso no renunciamos a ninguno de los derechos de los pueblos, no renunciamos a ningún placer, a ningún deseo de los cuerpos.
 
Si me preguntaran hoy por un deseo, quisiera decir: que aparezca con vida Julio López. Que las abuelas recuperen a sus nietos y nietas. Que no se admita la baja de la edad de imputabilidad, porque los niños no nacen para chorros. Porque los pibes no son peligrosos. Están en peligro.
 
Y también decirles que deseo:  Que los genocidas todos vayan a cárcel común.
Que se desmantelen las redes de prostitución y trata.
Que se terminen los femicidios, los travesticidios, los asesinatos por lesbofobia, transfobia, homofobia. Ninguna desaparecida más en democracia.
Por el goce y la responsabilidad de todas las libertades.
Memoria, verdad y justicia.